FECHA: miercoles, 6 de febrero 2013 de 17.00 h. a 21.00 h.
DIRECCIÓN: C/ Ribarroja, entre el numero 4 y 6 local bajo - Valencia
DIRECCIÓN: C/ Ribarroja, entre el numero 4 y 6 local bajo - Valencia
PREGUNTAS PARA TRABAJAR ESPIRITUALMENTE:
1ª ¿Te cuesta hacer las cosas por los demás sin que ellos lo sepan? ¿Por
qué?
2ª ¿Sueles alardear del bien que haces a los demás? ¿Por qué?
3ª ¿Has hecho algo por alguien alguna vez sin que esa persona se haya enterado de que lo has hecho tú por ella? Si lo has hecho, ¿como lo has vivido? Si es sí la respuesta ¿Cómo te has sentido? Y si es no ¿Quieres hacerlo?
4ª ¿Buscas una compensación a cambio cuando haces algo por alguien? ¿Por qué lo haces?
5ª ¿Qué crees que es Espiritualidad?
REFLEXION DE RAUL ESQUIVEL
2ª ¿Sueles alardear del bien que haces a los demás? ¿Por qué?
3ª ¿Has hecho algo por alguien alguna vez sin que esa persona se haya enterado de que lo has hecho tú por ella? Si lo has hecho, ¿como lo has vivido? Si es sí la respuesta ¿Cómo te has sentido? Y si es no ¿Quieres hacerlo?
4ª ¿Buscas una compensación a cambio cuando haces algo por alguien? ¿Por qué lo haces?
5ª ¿Qué crees que es Espiritualidad?
REFLEXION DE RAUL ESQUIVEL
Toda
acción que ejerzamos hacia los demás va a estar siempre en función de nuestra
evolución, a mayor evolución menos condicionada será nuestra acción, a menor
evolución estará más condicionada la acción.
El
hecho de que nuestra acción esté condicionada ¿qué es lo que lo provoca?
Nuestros egosentimientos. Nuestros egosentimientos son los que van a hacer
siempre que nos cueste trabajo hacer las cosas por el prójimo, que se alardee
de lo que se hace y de buscar una compensación cuando hacemos algo por los demás.
En
la medida en que vamos frenando en nosotros con nuestra voluntad de cambio y
transformar estas acciones, los egosentimientos irán menguando y cómo
consecuencia nuestras acciones empezarán a ser menos condicionadas y nos
empezaremos a sentir más libres y ligeros emocionalmente.
Cuando
hagamos algunas de estas tres acciones por los demás, si detectamos en
nosotros, en menor o mayor grado el condicionar nuestra acción, deberíamos de
parar, escuchar y sentir lo que en ese momento habla nuestro corazón y sentimos
emocionalmente, ser consciente de lo que nos sucede.
Una
vez siendo consciente, conectar con ese egosentimiento y cada vez que se repita
actuar parándolo y la transformación se dará tras ejercer múltiples veces esta
experiencia, la de frenar el egosentimiento con nuestra Voluntad. Esta es la
actitud de dentro hacia fuera, conexión dentro, en el interior escuchando al
egosentimiento y luego transformarla con la vida en el día a día fuera, en el
exterior con todas nuestras relaciones que haya en nuestra vida, porque ahí es
donde está realmente el cambio, la evolución. No puede haber Evolución sin
antes haber tenido una experiencia que nos libere del nuestro egoísmo,
Evolucionamos a través de experimentar la vida escogiendo como camino elegido,
el Amor Incondicional.
Por
lo tanto, cuando nos encontremos en una situación donde hacemos algo por
alguien y necesitamos que la persona que estamos ayudando lo sepa, es porque
sentimos la necesidad de que esa persona nos valore lo que hemos hecho por
ella, necesitamos que nos halaguen y nos digan lo bien que nos hemos portado
con él.
¿Pero
por qué sentimos esa necesidad? Porque nuestro ego está a la espera de sentirse
satisfecho con esta compensación emocional de vanagloriarnos a nosotros mismos,
porque hace las cosas para que se le reconozca y a nuestro ego siempre le gusta
estar a la espera de algo, de todo lo que hacemos por los demás, actúa en
nosotros como un imán que atrae todo lo que no nos hace avanzar, todo aquello
que nos crea insatisfacción o una “satisfacción” vanamente temporal.
Si
le decimos a la persona que hemos hecho algo por ella y la persona quizás de un
simple gracias o no las de, la actitud de la persona que ha realizado la acción
va a estar su reacción en función de su evolución, si lo que ha hecho ha sido
interesadamente para recibir halagos, su reacción no será avanzada, si lo ha
hecho desinteresadamente será avanzada. La persona que lo ha hecho
interesadamente se sentirá mal, porque demandará del otro que le reconozca lo
que ha hecho por él, pero la diferencia de la persona avanzada tiene que ser,
que disfruta interiormente del bien que ha realizado sin vanagloriarse, porque
ve el resultado que es bueno y esa es su gran y única satisfacción, el bien
común.
Cuando
la persona está a la espera del otro, está estancado, está paralizado, no
avanza, porque está a la espera de sí mismo demandando que estén pendiente de
él y por eso necesita de los de más para ser atendido según su egoísmo, porque
no ha experimentado todavía en él que no necesita depender de los demás para
sentirse bien, ni sentirse “querido” desde lo que él cree que es Amor, que es
el demandar de los demás para sentirse centro e importante o el mejor. Por lo
tanto la persona que actúa así, está muy lejos de realizar las cosas por el
bien común, hasta que no vaya saliendo de él y experimente el amor verdadero
hacia sí mismo, que no es más que menguar los egosentimientos desde el trabajo
interior anteriormente dicho, la persona no podrá vivir el Amor comunitario.
El
ego actúa con descaro o con sutileza, según nuestra evolución, si no estamos
muy evolucionados, él está a sus anchas, no le cuesta mucho trabajo hacer lo
que él quiere con nosotros y estar a sus anchas. Pero si estamos avanzados,
será más sutil, se disfrazará de cosas buenas donde nos podrá engañar, pero
para desvelar ese engaño, en nosotros tenemos la clave, ¿somos felices con lo
que hemos hecho?
Pero
si estamos despiertos, la clave está también en que aquello que nos cuesta,
siempre podemos ir a más, en que cada uno se ama y ama a los de más hasta donde
quiere, nunca es decir: ¡Hasta aquí está bien! (aunque somos libres de decirlo)
¿Y por qué? Porque el Amor es infinito, inagotable, eterno, es la mayor y única
fuente de Evolución que Dios, el Universo nos ha dotado y regalado para que
encontremos en nosotros la verdadera Felicidad de sentirnos plenos seres llenos
de Abundancia.
Paz
y Bien.
Abrazotes.
Raúl.